Maximiliano estudiaba la Licenciatura en Comunicación cuando se inscribió a Jóvenes a Programar y trabajaba en un Instituto de Inglés. En ese momento no estaba seguro de qué camino elegir, pero sí sabía que le gustaba mucho la tecnología, y fue por eso que decidió sumarse al programa:

-Descubrí que no es todo tan estructurado como uno puede llegar a pensar desde el prejuicio de que el laburo en este rubro es todo igual. Por ejemplo, yo no tenía ni idea que existía Testing; lo elegí por descarte y me di cuenta lo bueno que estaba. En esta tecnología es fundamental la comunicación, porque no trabajas solo. Ahí me di cuenta que me gustaba, y que quería seguir por ahí.

Hoy tiene 29 años y trabaja como QA Software tester en una agencia de diseño y experiencia de software. Nos cuenta que lo que más le gustó fue conocer jóvenes de todo el país, y que estén cursando todos y todas al mismo tiempo; desde su experiencia personal, fue la primera vez que se acercaba al aprendizaje virtual. El hecho de que haya sido gradual fue fundamental a la hora de aprender, por el simple hecho de que no era un joven solo frente a una computadora y un profesor/a sino que estaban acompañados por un grupo, en un salón de clases.

Desde el punto de vista laboral, Maximiliano siente que el haber cursado Jóvenes a Programar cambió su situación no solamente desde los conocimientos técnicos sino el saber que hay muchas opciones para poder estudiar tecnología, entender qué se necesita para hacerlo y poder vivir de eso; esto fue lo que lo llevó a estudiar Programación luego de haber finalizado JaP:

-Si pudiera hablar con alguien que va a inscribirse, le recomendaría que se informe, que hay un montón de posibilidades que uno puede no conocer y que están ahí, y que las podemos aprovechar. No solo la oportunidad de JaP en particular, sino de toda el área de la tecnología.