Diego Basterrech tiene 27 años, vive en Malvín y cursó Jóvenes a Programar en el 2017, en la tecnología Genexus; se inscribió a Jóvenes a Programar ya que siempre estuvo muy interesado en la tecnología. Había realizado otros cursos relacionados con la programación informática y también es estudiante en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República, actualmente está terminando la carrera de analista de sistemas en el instituto BIOS.

En el marco de Competencias Transversales (CT), se propuso construir una impresora 3D para su Proyecto Personal. Su inquietud nació en un taller de CT al que cada asistente debía llevar un objeto personal que lo representara. Uno de sus compañeros llevó una impresión 3D; había sido su primer objeto impreso, que derivó en que se dedicara al negocio de las impresoras 3D. Diego pensó: “Si él lo puede hacer, ¿por qué yo no?”.

Diego comenta que para realizar este trabajo tomó conceptos de la programación aprendidos en el curso, que son muy útiles y se pueden aplicar. Destaca por igual la importancia que tuvo CT para encaminarlo en la realización: “Competencias Transversales me dio las herramientas para encarar el proyecto de una forma organizada”, dice. Realizó la primera impresión a principios de setiembre:

Todavía sigo aprendiendo a imprimir mejor y agregándole mejoras a la impresora, recientemente le agregué un módulo wifi para hacerla inalámbrica, por ejemplo. Si bien el proceso parece un camino bastante recto, la verdad es que en ese camino me topé con un montón de dificultades y desafíos que me dieron bastante trabajo. De todas formas, como los objetivos eran claros, esos obstáculos no fueron ningún impedimento para llegar a la meta.

Al año siguiente de finalizar el curso de jóvenes a programar Diego empezó a trabajar como programador en una empresa de software llamada Loopstudio en la cual trabaja hasta el día de hoy y en donde tiene algunos compañeros y compañeras que también participaron de JAP.