mar 12, 2025
Ignacio, egresado de JaP, logró transformar su pasión por la tecnología en una oportunidad laboral. Nos cuenta cómo su paso por Jóvenes a Programar (JaP) le dio herramientas para iniciarse en el mundo TI y qué consejos tiene para quienes están dando sus primeros pasos en el sector.
¿Cómo llegás a interesarte por el mundo de la tecnología?
Desde que tengo memoria, la tecnología estuvo presente en mi vida. Cuando era niño, en casa siempre hubo una computadora. No era algo exclusivo para jugar ni para programar, simplemente formaba parte de nuestro día a día.
Con el tiempo, empecé a usarla más y a jugar videojuegos, pero a veces me encontraba con problemas o errores. Tenía dos opciones: pedir una nueva computadora o comprar el juego de nuevo. Pero había una tercera opción, que para mí siempre fue la más divertida: encontrar la manera de solucionar el problema. Así fue como, casi sin darme cuenta, fui aprendiendo.
De grande me pasó algo similar: quería jugar un juego, pero mi computadora no tenía el hardware necesario. Como no podía comprar una nueva, investigué qué era una tarjeta gráfica, cómo funcionaba el hardware y fui aprendiendo cada vez más. Creo que el motor de todo esto fue la curiosidad. Encontré un campo en el que lo más importante es querer aprender y explorar.
¿Cuál fue el rol de JaP en tu desarrollo profesional?
JaP me ayudó a entender que programar no es cuestión de ser más o menos inteligente, sino de cómo te lo explican. Antes de entrar al programa, había intentado aprender por mi cuenta. Leí blogs, hice algunas páginas, pero me abrumé y pensé que no era lo suficientemente capaz.
Con JaP me di cuenta de que cualquiera que realmente quiera aprender puede hacerlo, siempre que tenga el método adecuado. Las clases, los desafíos, el seguimiento y compartir el proceso con otras personas en la misma situación hicieron la diferencia. Además, me permitió descubrir qué me gustaba y qué no dentro del mundo IT.
Durante el proceso, ¿hubo algo clave que te ayudó a desarrollarte profesionalmente?
No creo que haya algo específico que todos deban aprender. Si te enfocás solo en una cosa, el mercado te pasa por arriba. Hay que tener un perfil equilibrado. Si hay algo que puedo recomendar a quienes quieren conseguir trabajo en desarrollo pero no tienen experiencia es que muestren lo que saben hacer. Cuando hice mi página web, la agregué a mi CV y empecé a mandar postulaciones. En una semana tuve varias ofertas laborales. Antes no me llamaba nadie. Puede haber sido circunstancial, pero marcó un antes y un después para mí. Lo importante es que el portfolio tenga valor. Si abrís los ojos y te conectás con las personas, siempre hay alguien que necesita algo: una página web para su kiosco o su ferretería. Y eso te da experiencia. No siempre tiene que ser un trabajo pago desde el principio, puede ser una pasantía, pero es clave salir a buscar oportunidades en lugar de solo mandar CV. Hoy en día, el mercado está saturado de juniors. La forma de destacarse es mostrar lo que hacés, aunque sea un proyecto propio. En mi caso, mi página me llevó meses. Me levantaba todos los días y escribía código, y dio frutos. A veces, nos perdemos buscando trabajo en relación de dependencia, cuando la clave puede estar en encontrar alguien que necesite lo que sabemos hacer.
¿Qué les dirías a las empresas que están pensando en contratar a jóvenes?
Afuera hay muchísimo talento. Hay gente que está determinada a conseguir lo que quiere, y si lo que quiere es trabajar en desarrollo, eventualmente lo va a lograr. Por más que el mercado haya pasado por un momento de inestabilidad, hay muchas personas capacitadas. Gente que se levanta todos los días y escribe código, aunque sea en proyectos propios, solo para demostrar que puede hacerlo y porque realmente le gusta. El senior de hoy fue el junior de antes. Nadie nace sabiendo. A veces, el problema no es la capacidad, sino la falta de oportunidades. En JaP no solo se enseñan tecnologías, también se trabajan habilidades que van más allá de la programación o el testing. Hay un aprendizaje de relacionamiento humano que creo que es un gran aporte. Afuera hay muchas gemas en bruto que todavía no han sido aprovechadas, y eventualmente las empresas se van dando cuenta.
¿Qué le dirías a alguien que duda en sumarse al mundo IT?
Si la duda es por creer que no tenés la capacidad, hay que entender que siempre hay una colina que subir. No es que una vez que la pasás, ya sabés todo. Es más bien acostumbrarse a no entender y a usar las herramientas para aprender y dar soluciones. Incluso siendo junior, hay un montón de cosas que no sé. Y seguro hay seniors que tampoco. La diferencia es que ellos encuentran la manera de entenderlo y hacerlo en un tiempo adecuado. No es un tema de capacidad. Si creés que es complicado pero te gusta, no dejes de intentarlo. Buscá tu forma de aprender. Hablá con alguien que esté donde querés estar y pedile ayuda. Si el problema es que no sabés si te gusta, IT tiene muchos caminos. Podés ser tester, trabajar en automatización, en backend, frontend, datos… hay muchas áreas distintas. Lo importante es no rendirse.
¿Cómo te imaginás en el futuro como profesional?
Me apasiona el desarrollo web, pero sobre todo la idea de crear productos completos. No solo programar una parte, sino pensar en la visión integral, desde la idea hasta la evolución del producto. Actualmente mi enfoque está en que los proyectos en los que estamos trabajando con mi equipo sean de calidad y logren los objetivos que buscamos.
También me gustaría enseñar. En JaP tuve un tutor, Enzo, que realmente marcó la diferencia en mi aprendizaje. Poder ayudar a otros a dar sus primeros pasos en tecnología sería algo que me encantaría hacer en el futuro.
Podés conocer la página web de Ignacio aquí .